martes, enero 17, 2006

Buenas prácticas laborales

El trabajo del monje es meditar. Dedica su vida al silencio y la contemplaciòn. Sus compañeros de trabajo, al igual que èl, meditan, entonces se podria pensar que en esa pega son todos proactivos y que los niveles de eficiencia de la empresa de la meditaciòn deben ser altìsimos, cada año el balance deberìa arrojar amplios excedentes en la producciòn de material reflexivo y seguramente a fin de año todos terminan con un bono y ascendidos a un nivel mayor en la escala de la sabidurìa.


Y si es tan buena empresa,


¿por qué tan poca gente se dedica a eso?